Como estamos en otoño, es una buena época para
cocinar gran variedad de setas. Hoy le ha tocado el turno a los rebollones
(también llamados níscalos), que para mi gusto son una especie exquisita. Es
una receta muy fácil, y no enmascara el sabor original de la seta.
Ingredientes para 4 personas:
1 kg. de rebollones
1 cebolla grande
1 copa de brandy
aceite de oliva sal
Elaboración:
Limpiamos y lavamos bien los rebollones, y los
dejamos escurrir. En la olla rápida ponemos la cebolla, picada fina, con un
buen chorro de aceite de oliva. Cuando la cebolla está pochada, añadimos los
rebollones y rehogamos un poco. Ponemos sal y la copa de brandy y cerramos la
olla. Contamos nada más cinco minutos desde que la válvula sube, y retiramos
del fuego.
¡Ya tenemos listos nuestros rebollones!
Propiedades de los níscalos:
Su consumo es muy recomendable, ya que aportan
muchos minerales, como el yodo, calcio, potasio, fósforo, hierro, magnesio y
sodio y vitaminas, como la A y del grupo B: B1, B2, B3 y B5 y cuentan con un
número muy bajo de calorías, por lo que su consumo es beneficioso en
dietas de control de peso. Del consumo de los níscalos se obtienen
muchos beneficios, especialmente indicados para mantener el sistema inmunológico
en buenas condiciones, ya que ayudan a subir las defensas y favorecen la
formación de anticuerpos y la producción de glóbulos rojos y blancos.
Combaten
el estreñimiento, ya que activan el tránsito intestinal y son de gran
ayuda para el estrés y las migrañas. Son ideales para controlar el
colesterol y su consumo está recomendado para niños y embarazadas.
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