Como ya os expliqué en otra entrada del blog, cuando cocino acelgas me gusta separar las hojas verdes de las pencas. Las hojas verdes las suelo cocer con patata y las sofrío con ajos y pasas, y las pencas les reservo para comerlas de alguna otra manera. Hoy he decidido probar a empanarlas con sésamo, y la verdad es que el resultado ha sido muy bueno. Quedan crujientes y sabrosas, listas para acompañar cualquier plato. Tenía un revuelto de champiñones, ajetes y trigueros y el plato ha quedado espectacular.
Ingredientes:
Pencas de acelgas
harina de garbanzo
pan rallado
sésamo
sal
aceite de oliva
Elaboración:
Se limpian las pencas y se cortan a trozos no muy grandes. Las hervimos en agua con sal durante unos diez minutos, y pasado ese tiempo las escurrimos bien. Preparamos una mezcla de harina de garbanzo y agua con al consistencia de huevo batido, ya que vamos a usarlo para empanar las pencas. Pasamos las pencas por la harina de garbanzo y agua y a continuación las empanamos con el pan rallado y el sésamo, que previamente hemos mezclado en un plato. Las echamos en una sartén con bastante aceite bien caliente, y freímos hasta que estén doradas por los dos lados. Ponemos sobre un papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de aceite y ya están listas para comer.
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